Me refugio en mi sueño ligero. El único resorte de vida.
El otro día soñé contigo. Nos abrazamos llorando. Con prisa. Tenías prisa. Te fuiste.
Yo no. Ni tu abrazo tampoco.
Esos abrazos...
Desde aquel día, la pura intemperie.
Te quiero.
No comprendo la vida sin ti.
Es así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por acompañarme.