lunes, 7 de julio de 2014

Pablo

Hay personas que están en nuestra vida de manera constante e imprescindible. Y están tan ahí, que no nos damos cuenta de lo importantes que son en nuestras vidas hasta que algo lo pone de manifiesto.

Pablo y Raúl son amigos desde los tres años. Hacen un tandem perfecto. Nunca los he visto enfadados o discutir y han ido pasando cursos juntos , esquivando las muchas remodelaciones de su clase cada año. Nada hacía necesario separarlos porque no se eclipsan, ni se determinan. Simplemente se acompañan y se siguen.

Raúl defiende a su amigo por encima de cualquier cosa. Han compartido muchas experiencias de todo tipo y en todas las hemos disfrutado al alimón, casi como en el mismo pack.
























Este mes de mayo tuvimos la suerte de disfrutar de una obra de teatro en el cole de la cual era protagonista Pablo 


(Abajo tenéis el vídeo. El minuto 48:15 y siguientes están protagonizados por él).

La obra salió muy bien y todos estuvieron perfectos. Lo pasamos estupendamente. 

Pero además, supuso un regalo extra.  Viendo la obra sentí que me emocionaba ver a Pablo tanto como si fuera mi hijo. No creo que me hubiera emocionado más viendo a Raúl en el escenario. 

Fue ahí cuando pude ser consciente de lo importante que es Pablo para nosotros. Toda su familia es parte de la nuestra; pero él, por haberle visto crecer al lado de Raúl, forma parte de nosotros de manera muy especial. Por un día, tuve la gran suerte de sentir que tenía dos hijos. Los dos muy especiales.

Yo sigo deseando que su relación no se enfríe cuando sus caminos, inevitablemente, sigan rumbos diferentes dentro de un año. 

Sería imposible prescindir de esos ojos azules de buena gente, tan bonitos y curiosos.