sábado, 6 de febrero de 2016

Cumpleaños...feliz.

Mis dos últimos cumpleaños han sido muy especiales. Gracias a MeV.

El año pasado lo celebré en RNE con Pepa y todo el equipo de "No es un día cualquiera", llevando a las ondas a Música en Vena. Puedo decir, sin  sonrojo, que fui muy feliz.

Este año, de nuevo, Música en Vena ha llenado ese día de maravillosos regalos.
Una mañana al lado de gente muy, muy especial: los músicos María La Mónica, Juan y Epi y las "musiquerasenvena": Virginia, Sagrario y Rosa.
Fue una mañana llena de alegría. 
María te invita a la risa en cuanto abre la boca o los ojos. Es pura vida. Como una tromba de luz de Cádiz. Toda la sal de esa tierra y de sus gentes en la dulzura de su arte.

Nunca pensé que me reiría a carcajadas en un hospital ni que celebraría mi cumpleaños bailando en esas salas.

 
Pero así fue. 
Y volví con varios regalos bajo el brazo:
                                          Este disco divertido y generoso


¡¡¡Y con Virginito!!!





Fue un día muy especial y lleno de alegría. Aquí lo cuento:
La mar "salá"






El día se cerró casi redondo después de una comida con Joaco y de ver una peli en el cine que nos gustó: "Spotlight".
(Eché de menos lo que me falta desde hace tiempo y que no entiendo por qué sigo esperando en ocasiones como esta).

No hay mayor regalo que compartir emociones y sentirse querida, arropada y rodeada de alegría.

GRACIAS.





Las pasiones del alma en vena

Es casi seguro que esto desaparecerá de ese mundo intangible donde ahora está casi todo. Yo y mi afán por retener todo lo que ha de irse... Agua entre las manos.
Me refiero a este audio que está ahora en la plataforma de la Fundación Juan March pero que algún día desaparecerá, supongo.



FUNDACIÓN JUAN MARCH
LAS PASIONES DEL ALMA (III): TRISTEZA
Viernes 29 y sábado 20 de enero de 2016

Anatomía de la melancolía

Textos extractados y editados a partir de: Robert Burton (1621), Anatomía de la melancolía. Madrid, Asociación Española de Neuropsiquiatría, 1997, 3 vols. Trad. de Ana Sáez Hidalgo, Raquel Álvarez Peláez y Cristina Corredor

Las pasiones del alma: tristeza



Fui a ver este concierto porque pocas cosas hay en estos momentos que me serenen más que la música clásica y, en especial, la de cuerda. Me encanta el sonido de las violas de gamba.
Fui a ver este concierto porque pocas cosas hay en estos momentos que no me parezcan tristes.


No me esperaba los textos que aderezaron el concierto y mucho menos me esperaba encontrar en un texto de 1621 todo lo que vivo y me emociona gracias a Música en Vena. Me impactó tanto escuchar hablar así de la música, explicando tan bien todo lo que nos cuesta tanto expresar después de un concierto en los hospitales, que me puse en contacto con la fundación que lo organiza -la Fundación March- para pedirle los textos, y en unas horas me los enviaron. Muchísimas gracias.

Comparto con vosotros un extracto de esos textos. Son algunas frases sobre la música  que Burton escribió en 1621 y que parecerían escritas tras algún concierto vivido en las salas de los hospitales gracias a Música en Vena. Burton como un voluntario más...

De la música como medicina contra la melancolía.
La música es la mayor medicina de la mente, un poderoso golpe contra la melancolía para elevar y reavivar un alma lánguida. Tiene su efecto sobre las almas más embotadas, severas y dolientes. Y lo que es más, realizará todo esto en un instante. Se consideran muchas otras propiedades de nuestra divina música, no solamente la de expulsar los más grandes sufrimientos, porque “realmente atenúa miedos y furias, aplaca la crueldad, disminuye el desánimo, y en quienes están desvelados provoca un descanso tranquilo, y aleja la melancolía y el odio”, sea instrumental, vocal, de cuerdas o viento. 

La música aleja todo miedo a la muerte.

En una palabra, es una cosa tan poderosa que cautiva el alma; una reina de los sentidos, que por medio de un suave placer y tonadas materiales pacifica nuestra alma inmaterial y la conduce más allá de sí misma, y la ayuda, eleva y expande.
Además del magnífico poder que tiene para expulsar cualquier otra en--fermedad, la música es un remedio soberano contra la desesperanza y la melancolía, que alejará al mismo demonio.