lunes, 17 de octubre de 2016

Barro

Cielos grises
Cambio de estación
Una tristeza lo empapa todo, pesadamente.
No hay motivo para esperarla o los hay todos. 
El caso es que está. Impregnándolo todo.
Tirando de todo. Hacia abajo.
Cargada de ternura y sin futuro.
No es necesario. El futuro.
Pasará. Como casi todo.
Como todo lo que ya ha pasado.
Transformándolo todo de modo que
ya nadie podrá conocerlo.
Tampoco importa.
Lo que es , es; y solo en el soy, es.
Nadie podrá nunca conocerte.
Nadie será parte de todo lo que ahora eres.
Nadie, pero no nada.
La tristeza te conoce y te habita. 
Y ahora te empuja para abajo.
Saldrás a flote. Seguro. Porque 
algo te remueve la ternura y te permite
embeberla, esponjarla; dejarte ir y descansar.
Porque alguien te acaricia y te permite 
cerrar los ojos y esperar a que escampe 
mientras se pone al mando del timón,
braceando con sus propias pesadumbres.
Acorralándolas.
Sin preguntar. Sin pedir explicaciones.
Más silencio. Sólo silencio.
EL de no hablar para no preocupar.

El de no hablar para no herir
EL de no hablar para no ser inorportuno.
El de no hablar por no saber expresar
El de no hablar por no querer saber
El no hablar por haber extraviado las palabras
y el camino de vuelta al corazón compartido.
El de no hablar por haber perdido todas las fes.

No pasa nada. 
Llueve.
Y está bien.

El barro de tus entretelas ya no es 
el único barro.


La placa

Cada lunes paso por una señal de tráfico informativa que me indica la dirección hacia un campo de fútbol cuyo nombre es un homenaje a un niño de Alcobendas que murió al caérsele una portería encima en un (no sé si el mismo) campo de fútbol. 
Siempre y de forma casi instintiva imagino, cada lunes, que en esa placa veo escrito el nombre de mi hijo. Cada lunes se me hiela la sangre y un fuego gélido me recorre de arriba abajo en ese punto de la carretera. 

Mi biblioteca de referencia, el lugar donde he pasado muy buenos momentos, lleva el nombre  de una chica de Alcobendas que fue secuestrada cuando estaba corriendo por su barrio (La Moraleja. Más gueto que barrio) y después asesinada torpe y gratuitamente. Es otro homenaje: la biblioteca y la calle llevan su nombre.

La misma impresión siempre que lo pienso:¿Qué sentirán esos padres al pasar por ahí? ¿Esos padres sentirán alivio al ver a sus hijos siendo parte de la ciudad que los vio nacer ?
¿Sentirán que el resto de sus conciudadanos estamos con ellos y les apoyamos en su dolor y queremos que, con su recuerdo, nunca más vuelva a pasar?
¿Sentirán que sus hijos no se han ido en vano y "están" de algún modo?

No sé qué sentirán. 
Yo imagino el nombre de mi hijo en esas placas y el motivo de su presencia y es como un trallazo cada vez que lo veo. 
Puede que sea una forma de reivindicar que nunca más pase, de no olvidar que pasó.
 Para mí es el grito ahogado por el dolor de una ausencia.

sábado, 8 de octubre de 2016

Lo urgente y lo importante.

Un ingreso hospitalario: infección faríngea grave. Si no se acota, puede convertirse en una sepsis mortal. 
El dolor es incalculable. Las consecuencias si no se ataja la infección, peligrosas. 
Ingreso y tratamiento automáticos: antibiótico en vena a marchas forzadas.Si no funciona, habrá que operar. 
Pero hay que esperar. Observación hasta ver si el antibiótico es suficiente. 
No hay camas en planta. Hay que esperar en los boxes, rodeados de gente también enferma y asustada.

La médico decide que serán 3 días de observación y ante la falta de camas en planta, decide cambiar a otro box más tranquilo "donde estará mejor". La médico no ha visto esto, supongo.

La cama está en un rincón, debajo de dos rejas llenas de suciedad que se puede desprender en cualquier momento.

La paciente no entiende. Su acompañante piensa que en ese rincón estará más tranquila y podrá descansar mejor que en la otra habitación colectiva.

Llega la noche, la paciente, con una infección brutal de garganta-no nos olvidemos-, se agobia. Empieza a sentirse mal y no quiere tener la cabeza debajo de esa porquería. ¿Alguien, incluso sano, querría?
Lo comenta al personal que le dicen que es lo que hay. Ella quiere cambiar el sentido de la cama y se lo prohiben. Finalmente, con un ataque de ansiedad y alergia en su piel, consigue sacar la cama hacia afuera. La regañan pero no cede. 
No pega ojo de rabia, incomprensión y nervios.


Se hace una reclamación al día siguiente y, afortunadamente, la ingresada recibe el alta sin tener que montar un numerito para lograr que la saquen de ese agujero inmundo, sobre todo para un enfermo.

Esto es un gran ejemplo de cómo se olvida lo importante por ir detrás de lo urgente y de cómo en ese olvido se compromete el éxito de lo urgente.Lo urgente, atajar la peligrosa infección. Lo importante, las condiciones en las que eso se hace. Descuidando lo importante se malogra lo urgente. Cuesta saber diferenciar ambas cosas, pero es muy importante. En este caso es meridiano.



Perdona, mamá, por no darme cuenta de lo que ese rincón significaba para ti y por no haber sido capaz de evitarte el mal trago y la mala noche. Es inadmisible y debería haberme dado cuenta y no haberlo aceptado.Perdón.

domingo, 2 de octubre de 2016

Sin análisis previo

Me encanta dormir. Pero también disfrutar del silencio de la mañana de un domingo y recibir al sol con el entusiasmo de una niña pequeña en el día de Reyes. Y no es para menos. El regalo es irrepetible y siempre estremecedor. Bañarse por la luz recién estrenada del nuevo día es impregnarse de ganas de vivir.

Si ese milagro existe, el tuyo- tu pequeña vida- debe agradecerlo y sentirse reconfortada al ser parte de él.
Así que me levanto y respiro hondo en medio de una luz cambiante y unos cielos luminosos  en un espectáculo de matices y colores deslumbrante.

Quiero escribirlo para sentirlo otra vez y sentirlo mejor. 

Camino de mi mundo, la escritura, me encuentro con EL Mundo, el periódico y el mundo, el de verdad, en el que vivimos, me parece un Gregorio Samsa que no puede darse la vuelta de pura pesadilla:

"El PP le pedirá al Psoe garantías de gobernabilidad"... Lo releo porque no puede ser... Pero sí, lo es. Y lo que el artículo viene a decir es que el PP no va a pactar con cualquiera, ni de cualquier modo, ni cualquier cosa. Me pregunto si sigo durmiendo o deliro.

Yo, que nunca he militado en ningún partido, que leo a matacaballo los periódicos y rebusco en otros menos mediáticos y mediatizados, yo que soy incapaz de recordar nombres, entramados.., yo que no tengo tiempo ni ganas de profundizar pero sí de pensar y , sobre todo, de sentir, siento que no entiendo nada.
Lo que más me impacta es que esa sensación la tengo en todos los órdenes de mi vida: no entiendo nada. Vivo en un mundo que no entiendo y del que me siento "centripetada".

El Psoe se ha suicidado. Ese partido en el que tantos trabajadores han puesto su corazón generación tras generación. Ese partido por el que muchos dieron la vida o muchos años de su vida. Ese partido que quería un mundo más justo y humano para las personas que solo tienen sus manos y su sudor para conseguir una vida digna y que necesitaban reunirse en torno a unos ideales de dignidad, de solidaridad, de lucha para impedir que sus manos fueran menospreciadas y su sudor ninguneado. Personas que solo tenían sus manos, su sudor y su dignidad y una fortaleza invencible posada en la certeza de unos principios y una solidaridad inquebrantables. 
¿Qué pensarán ahora esas personas? ¿Qué sentirán? ¿Qué tiene ese grupo que los representaba de "partido" y de "obrero"?  Esas siglas hace tiempo que perdieron empuje y algunas de sus letras dejaron de significar lo que significaron. Ahora ya no existen. 

El desencanto ya no es un matiz. Es el lugar donde quedarse. Por pura incomprensión. 

Los responsables de un partido, de una familia que tiene como prioridad pensar en el bien de su gente, no pueden permitir que el representante que ellos mismos han elegido, se desgobierne. Se desgobierne y no siga sus instrucciones. Se desgobierne e impida que el desgobierno siga gobernando este país de la mano de un oponente manchado por la deshonra que, además, ideológicamente es el enemigo número uno y que durante 4 años se ha negado a escuchar, dialogar o aceptar cualquier propuesta que no fuera la prepotencia de su mayoría absoluta. 
No pueden permitir que el representante que ellos han elegido tenga poder y haga caso omiso a las cuerdas que intentaban controlarlo y dirigir sus pasos. El títere que ellos eligieron para poder gobernar desde sus poltronas, ha roto esas cuerdas y piensa y decide por él mismo (equivocadamente o no) y se niega a escuchar y a seguir sus consignas.
 El títere que ellos eligieron (por qué lo eligieron? Por joven y apuesto- es lo que se lleva ahora-? Porque habla inglés y resulta más moderno y formado?  Por "tierno" y manipulable?) se ha desmadrado. A quién se le ocurre...

El país está en un momento muy delicado. Hay que olvidarse de uno mismo y pensar en el bien superior. (Esto debería ser así siempre, pero bueno) Y ahora nos venderán que esta voladura es por el bien del país. Porque necesitamos un gobierno. El que sea. EL que la mayoría ha apuntado. 
Y no es verdad. Es una simple cuestión de poder. De aferrarse al poder a costa de morir matando. Ese es el único principio que ahora se respeta y las manos y el sudor de los trabajadores que forjaron ese partido se recogen horrorizados ante ese nuevo amo y señor que solo quiere lo que ellos más detestan: el poder para aplastar. Sin contemplaciones.
El poder que parece que se inocula en la sangre y ya no te abandona. Como al insigne Felipe Gonzalez , gran estadista y mejor orador, que no se conformó con ser un hito en la historia política de este país. QUe no tuvo suficiente con salir bien parado de algunos traspies ni de ser el garante de muchas manos y muchos sudores que descansaron en él como no lo hacían en muchas decadas, Siglos, tal vez.
Que no se puede permitir -el tampoco- mantenerse callado aunque solo fuera para que no recordáramos sus diferentes puertas de entrada y de salida que delatan a un traidor. Sólo recordar dos de estos circuitos indignos ya sonrojan e invitan al silencio eterno:OTAn de entrada, NO. De salida, por supuesto. Socialista obrero español con puño en alto de entrada,; puerta giratoria de salida que le permite enriquecerse siendo parte del sistema que intenta menospreciar y ningunear esas manos y ese sudor que le hizo ser quien fue. Sin embargo, él no puede permitir que sus ansias de poder estén calladitas e interviene. Y hace pública una conversación privada y le da la réplica en un medio de comuniciación y no en otra conversación privada como se merecía su interlocutor. Y sólo para echar más mierda a la pocilga y, por supuesto, encumbrarse en su ego inflado de poder.

Y ahora las manos y el sudor que ya se sentían defraudados pero que todavía querían creer y se seguían aferrando al poder de la solidaridad y la lucha por la dignidad de todas las personas, se sienten a la deriva. Aunque quizá piensen que es mejor ser parte de un naufragio que seguir a bordo de un barco que representa todo contra lo que lucharon.