miércoles, 24 de julio de 2013

AUSCHWITZ III

APRENDER
La frase "Hay que conocer la historia y hablar continuamente sobre lo que pasó para que no se repita". Nunca más una shoah", podría llevarnos a la esperanza de creer que después de Auschwitz sí es posible la poesía porque hemos aprendido una gran lección. Pero no es cierto. Lo cierto es que la lección aprendida no es grande, es degradante. Hemos aprendido que las víctimas, con la excusa de serlo, se han convertido en verdugos y han optado por repetir lo que ellos sufrieron sobre la debilidad de otro pueblo. 
        Israel se escuda en el holocausto para justificar su carrera nuclear y su aplastamiento del pueblo palestino. Se salta a la torera los acuerdos internacionales y rompe pactos sin parpadear, con una tolerancia por parte de los organismos internacionales que no deja de asombrar.

              La única lección aprendida es que quieren ser vérdugos y repetir la historia del otro lado. Del lado de la injusticia y la barbarie. En nombre de la legitima defensa. Hitler también se defendía de ellos porque los consideraba el origen de todos los males de Alemania. ¿Dónde está la diferencia? Pueblos enteros que durante siglos vivieron en Palestina fueron arrasados  sin límites. Los campos de concentración actuales son los campos de refugiados que se han convertido en ciudades maltrechas asediadas y sin esperanza, con ciudadanos que viven excluidos y en un trauma continuo .


Hay que enseñarlo en las escuelas y repetirlo en todos los foros posibles para que no se repita, dicen. 

Pero Auschwitz se ha repetido
CAMBOYA

ARGENTINA
CHILE
UGANDA
SBRENICA
GAZA
 


y se repite
CIUDAD JUAREZ
SIRIA
y el mundo sigue girando atento a la prima de riesgo.





AUSCHWITZ Y YO

El símbolo con el que podemos identificar esta pesadilla es Auschwitz.
  Sigo sin comprender por qué para mí significa mucho más terror escuchar Auschwitz que Gulag, por ejemplo. Creo que tiene que ver con toda la información que nos ha llegado sobre el holocausto, la manipulación que de él se ha hecho, en cierto modo.
 Para entender esto ha sido muy clarificador el libro:La industria del holocausto.
Tremendamente documentado y argumentado,  abre los ojos a una realidad de la que , por supuesto, no se habla. Sin embargo, siendo real esa manipulación y sus objetivos muy espúreos,esto no empaña  todo el dolor que generó esa locura.

 Quizá esa sensibilización tiene que ver también con el hecho de que muchos españoles
se vieran atrapados por ese rodillo después de vivir su propio infierno en su país. 
O tal vez, simplemente, siento eso, el horror a la puerta de mi casa.


Próximamente visitaré Auschwitz. Estoy emocionada y temerosa. Sé que será duro.Pero para mí es necesario. Quiero respirar el aire que durante años olía a carne quemada
y sé que sentiré el dolor que conformó esa máquina de tortura y muerte.

 Auschwitz englobaba a  diferentes campos. Está en Polonia, cerca de Cracovia y para construirlo tuvieron que desplazar parte de la población del pueblo, derribando sus casas.
 Todo el mundo en  Oswiecim sabía lo que pasaba. Quiero ir para enfrentarme con mi cobardía porque, si yo fuera testigo de algo así, sé que no sería capaz de arriesgar mi vida o la de mi familia por ayudar a los injustamente desfavorecidos. Sé que miraría para otro lado e intentaría seguir con mi vida.Yo sé que sería parte de ese grupo peligroso de los Indiferentes Por eso quiero ir a Auschwitz.
           Y para recordar las dos conclusiones que extraigo de todo esto y que son demoledoras:
"Todos podemos ser Eichmann"
"Elegimos ser verdugos para no ser víctimas"