domingo, 13 de julio de 2014

El sentido de la vida

Hay personas que llegan a tu vida y son como un perfume que lo impregna todo de luz, de alegría, de vitalidad, de buen rollo. Son personas que, sin pedir nada a cambio, te regalan generosamente su tiempo, su trabajo, su esfuerzo, su ilusión, sus buenas vibraciones. Gente que te permite descansar en su hombro y que te honra compartiendo sus alegrías y sus miedos. Gente con muy buen criterio que te elige para caminar juntas una parte de este trayecto difícil que es, a veces ,la vida. Gente buena que hace bueno tu mundo y te hace mejor a ti, solo por dejarte ser una pequeña parte de su universo emocional.


Marta apareció en mi vida desde el primer día cargada de todos esos presentes. Compartíamos un espacio virtual en el que yo partía con una desventaja de cuya dimensión -afortunadamente para mí- yo era bastante ignorante. Ella fue a buscarme en un foro más privado al ver que ya no aparecía tanto por nuestro "espacio". Como toda la gente sensible y generosa, intuyó que algo podía ir mal y vino a mi encuentro. Y me recuperó. Quizá ella no se acuerda. Pero yo sí. Muy bien. Y no lo olvidaré.

Desde entonces no nos hemos separado, Marta, hace un año ya. Todavía me sorprende que andes a mi vera , ¡¡¡¡con la de quebraderos de cabeza que te doy!!!!! Y tú, siempre paciente, con una sonrisa, me resuelves mil y un problemas que para mí son muy importantes. Pero lo más importante es que estás ahí, a mi lado. Siempre dándome ánimos y ayudándome.
*


Hoy es domingo, 13 de julio. Un domingo de  verano y tú estás dedicando tu tiempo a darle forma a un proyecto que para mí es importante y que puede abrir oportunidades interesantes en el futuro. Ese proyecto no sería tan estupendo sin tus aportaciones.Sin todo el tiempo y las ideas que has puesto en él. Y a mí me emociona, Marta. Y no sé cómo darte las gracias ni cómo corresponderte.

Y como esto es lo mejor que sé hacer y la manera más hermosa que tengo para comunicarme, pues no he podido evitar escribir esta entrada. Estoy muy emocionada por todo lo que haces por mí "sin yo pedírtelo" y no sé cómo darte las gracias.

Gracias Marta, por estar a mi lado y por ser parte de mi vida. Espero poder devolverte la milésima parte de la luz y el calor que me acompaña desde que te conozco. Eres alguien muy especial.

SUCRAM



Va por ti, Martita




*Gracias, Begoña. Tú eres otra perla encontrada en el mismo camino