domingo, 23 de junio de 2013

Las magnolias

Los magnolios se desperezan tímidamente. Sus espectaculares flores los van moteando como secretos resplandecientes que se abren al sol hermosas, elegantes, voluptuosas.








Cohibidamente unas, como escondiendo un universo al que proteger.





Desvergonzadas y opulentas, otras, descaradamente abiertas en todo su esplendor, se presentan frágiles y efímeras pero dispuestas a expresarse sin pudor.
Con la despedida del sol, volverán a recogerse sobre sí mismas, cubriéndose de la oscuridad que les impide regalarnos su blancura ingenua e indescifrable.

La hermosa fugacidad de lo irrecuperable.

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