martes, 13 de enero de 2015

Ella no lo sabe

Hay mujeres que luchan un día y son buenas. Hay otras que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenas. Pero hay las que luchan toda la vida, esas son las imprescindibles. 

Ella no lo sabe. Ni se lo imagina. Nunca lo sabrá. Por mi propio pudor y por respeto al suyo.
Yo escribo, entre otras cosas, para ella.
No la conozco. Nos vimos un día. Me identificó por mis escritos, por la emoción que le producen.
Es una mujer hermosa. Fuerte, generosa. Una luchadora.

Y escribo para ella. Ella no lo sabe pero pulso las teclas pensando en ella. Pulsando cada letra, empujando, haciendo fuerza por ella. Para que cada signo se transforme en energía y optimismo. Para vencer con ella en esa lucha a la que se enfrenta de forma silenciosa, valiente.

Ella no lo sabe pero me conmovió profundamente. Y con ese movimiento la acompaño. También en silencio, emocionada.

Hay personas que sin proponérselo son una lección de vida y ejemplo. Faros modestos que iluminan sin saberlo y que enseñan a vivir y a luchar y abren veredas en medio de su propia oscuridad.

Va por vosotras