sábado, 5 de febrero de 2022

El verbo se hizo carne

 

El verbo se hizo carne. 

Esto también me lo enseñaste tú. En todas sus dimensiones Nunca antes de ti tuvo significado para mí.

¿Alguien puede intuir el impacto que supone  una enseñanza así en la vida de una persona?

Me enseñaste a conjugar con las palabras la vida, las emociones, las acciones, los sueños, las luchas, los fracasos, los principios, el amor, los miedos, las ilusiones, la amistad, la coherencia, la reflexión; el respeto a los compromisos, a la historia, a la verdad.

El verbo se hacía carne en cada escrito compartido. Se ponía en pie el propósito de denunciar y mejorar el mundo. Se ponía en pie el alma trastabillando. Se ponía en pie el ser. El aprender a ser. El querer ser. Se ponía en pie la voluntad de luchar , la posibilidad de conseguirlo.

El verbo se hacía carne en cada conversación. Nunca he tenido con nadie conversaciones como las nuestras. Hablamos de lo divino y de lo humano. Se ponían en pie nuestros miedos, nuestras emociones. La imposibilidad de entender y la importancia del camino.                Se ponían en pie los niños que éramos y que queríamos seguir siendo. Se ponía en pie la risa, la alegría. Se ponían en pie el dolor, la frustración. Se ponían en pie la ganas, las ilusiones, los planes compartidos. Se ponía en pie lo que no sabíamos que estaba dormido. Las horas eran minutos. Los ecos de nuestras palabras, abono, acicate, impulso para continuar.

El verbo se hace carne sobre el escenario. Tus propuestas eran pura vida sobre las tablas. La palabra creaba el acto escénico. Se ponía en pie todo un mecanismo de comunicación, de pedagogía, de subversión, de belleza. Se ponía en pie el único ritual que nos convertía en más personas y más tribu.

Tantas esencias puestas en pie que ahora, derribadas, ruedan por el suelo de la ausencia y el dolor. Descompuestas, sin norte, amagan por incorporarse de la mano de tantos recuerdos... Pero caen rotundas ante el peso de lo insoportable.

¿Alguien puede atisbar el vacío que deja tu verbo deshecho carne? 

¿Alguien se puede asomar a este abismo sin perder pie al entender que está perdido ya para siempre?

Nadie es imprescindible excepto tú. Seguiremos viviendo, claro. Es lo único que queda y tú amabas la vida,no entenderías que nadie pactara una tregua. Pero será otra vida. Descarnada. Porque nos faltará tu verbo y todo lo que con él sacudías a tu alrededor.                 

Como una maravillosa abeja polinizadora cuya desaparición pone en riesgo a todo el ecosistema.