domingo, 14 de julio de 2013

14 DE JULIO

Hoy, hace dieciseis años, yo intentaba recuperarme de una experiencia única y que no acababa de encajar: Raúl había nacido. Todo estaba bien, finalmente. Aunque yo debía creerme que esto era así, que todo estaba bien, que Raúl estaba bien, simplemente  viendo la cara de mi madre y de Joaco. Porque Raúl no estaba conmigo. Sólo le vi un segundo después de nacer y no sabía mucho de él. Mi madre y Joaco no hubieran podido disimular el dolor si algo hubiera salido mal, suponía yo. Así que confiaba en que sus palabras y sus sonrisas me estuvieran diciendo la verdad: Raúl estaba en la incubadora, con suero, pero bien. Yo no podía ir a verlo porque no podía moverme, así que ellos me lo describían: rubito, muy largo, con sus orejitas pegaditas y su naricita chata. Era todo lo que tenía de él. La sonrisa de mis familiares y su breve descripción.


Me lo trajeron al día siguiente, tan pequeño... Yo no podía incorporarme, me lo trajeron a la cama y ya no pude parar de llorar.Las lágrimas salían de mí como si  todo el amor, todo el miedo y la tristeza de las malas horas que Raúl también pasó se me amontonaran desordenados, empujándose unos a otros y desbordando a mi propia sorpresa.

Raúl  me tomó el relevo durante los primeros dos meses: no paraba de llorar. Era difícil verle tranquilito y descansar. Le costó habituarse a su nuevo entorno, quizá porque el recibimiento no fue muy placentero.

Después Raúl ha sido una bendición durante dieciseis años. Un niño que no ha tenido problemas ni para comer, ni para dormir, ni para comportarse. Nunca ha tenido una rabieta y siempre ha sido un niño generoso, comprensivo, amable, sociable, nada prota, valiente y divertido. 

Mi hijo es una persona especial. Lo sé. Todas las madres pensaremos lo mismo, claro. Pero Raúl es especial. Es una buena persona, mesurada y sin complicaciones. Divertido, nada exigente y con un concepto de la vida muy sencillo y nada agresivo. Es generoso, comprensivo y en absoluto reconroso; incluso con esa adolescencia que se ha apoderado de él y le tiene con la cabeza no sabemos dónde.Es una persona especial, madura e ingenua, a la vez, que nos lo ha demostrado en  muchas ocasiones. Siempre busca el lado positivo de las cosas y sabe adaptarse a las situaciones nuevas o que no le agradan. Es una persona positiva.

Tiene su criterio para  hacer las cosas, que no compartimos, pero los resultados son brillantes. En todo lo que hace y hace mucho, con mucha dedicación. Puede conseguir lo que se proponga, sin grandes alharacas.

Ahora está despertando a muchas cosas, a la vida. Se le ve con ganas de bebérsela, de empezar a entender qué es todo esto nuevo que le conforma y le determina. Y anda en su mundo lleno de estímulos, planes hilarantes, improvisación,cambios...  Le vemos desde la barrera y resulta divertido y enternecedor -también desesperante-.

Quería felicitarte, Raúl, pero sobre todo quería darte las gracias  y pedirte perdón. Darte las gracias por dieciseis años de razones para vivir y sentirme feliz.Y perdón por tantos desecuentros que, como ahora estamos comprobando, tienen mucho que ver con las prisas, las tensiones y la vida que llevamos corriendo a ninguna parte para poder seguir viviendo.Y por mi carácter explosivo e injusto tantas veces.

Es curioso como, con frecuencia, no eres capaz de decirle a alguien lo que significa en tu vida o lo mucho le quieres. Intentas demostrárselo, pero no sabes si lo consigues. Yo te lo digo, intento demostrartelo pero no sé si te lo acabas de creer  o imaginar. Da igual. Me sirve con tenerte cerca y bien. Es lo único importante realmente. Que cumplas muchos más, lleno de salud y de alegría y que podamos estar también a tu lado para todo lo que necesites.

Me paso horas mirándote sin que te des cuenta. Te miro despierto y dormir. Eres una especie de regalo que me embruja. Me relaja y me emociona ver la persona en la que te has convertido: guapo, fuerte,sencillo,divertido. Me cuesta darle paso a este hombrecillo y dejar atrás a mi niño juguetón y cariñoso. Convivo con los dos, los llevo dentro de mi corazón .

¡¡¡FELICIDADES, RAÚL!!!!  Todas las que sean posibles en una vida larga y luminosa.