domingo, 13 de febrero de 2022

Tu letra

 Llevo mes y medio fuera de casa.

Al llegar me he zambullido en un mar de fotos para encontrarte.

Y te he encontrado.

La única foto que tengo de ti. Odiabas hacerte fotos y no te las hacías.

Después de esa zambullida, he navegado por el estante donde tengo todos tus libros. Abriéndolos ávidamente para encontrarme con tu letra mínima, casi un esbozo.                                 Hay una dedicatoria que, de tan pequeña, es ilegible. Es un pequeño recodo donde, cada vez que no soportaba tu ausencia, me refugiaba a descifrarte. Ahora el refugio se ha convertido en guarida donde me guarezco de este frío que encoge mis entrañas y me acurruco en cada letra que no distingo e imagino que tú me  descubrirás la próxima vez que te vea.

Tu letra como tú: humilde, certera, acariciante...un misterio en el que descansar.

Preguntas

 Han pasado muchas cosas en poco tiempo.

Enormidades que me sepultan en preguntas.                       Necesitaría respuestas para poder vivir mejor. Para saber que estoy viviendo mejor y que tanto dolor me enseña algo. Seguro que llegan, de algún modo. De momento sólo son interrogantes.

¿Se puede recuperar el tiempo perdido?

¿Se pueden dar los besos perdidos?

¿Se pueden restañar las heridas involuntarias?

¿Se puede sentir el alma en paz?

No hablo de los que se han ido. Con ellos ya no habrá tiempo ni espacio. 

Hablo de lo que están aquí. A mi lado. ¿Podré sentir que les hago llegar mi amor por encima de los desencuentros?

Al parecer, tengo carácter. Y eso no ayuda mucho. Por eso las preguntas. Por eso la necesidad de caminos para hallar respuestas.

Me pregunto si sabrás cuánto te quiero. Cuánto te necesito y cuánto confío en ti.

Creo que ni lo sospechas. Sobre todo lo último. Tu opinión es un faro para mí. Sé que cuándo tengo alguna desazón, tu punto de vista podrá sacarme del barullo en el que me hallo. Así ha sido en una cuestión fundamental estos últimos días. Así es casi siempre que te consulto algo. Y es que sé que cuento con la perspectiva de una persona serena, inteligente, práctica y, sobre todo, buena.

Todas las madres piensan que sus hijos son especiales. Yo lo sé. Sé que eres una buena persona y me parece que es lo más importante en esta vida. Por eso estoy tan orgullosa de ti. 

Desde que eras un niño muy pequeño, desde la guardería, me demostraste que lo eras.

Desde que eras un niño me diste lecciones de mesura y de eso que ahora llaman inteligencia emocional.

Desde que eras un niño me enseñaste que las cosas pueden ser más simples de lo que nos empeñamos.

Desde que eras un niño me regalaste ese corazoncito tan especial

(8 años)




Me pregunto si todo el amor que siento por ti podrá sanar las heridas que, estoy segura, te he provocado queriendo protegerte.