martes, 22 de noviembre de 2022

Siempre tú

 Entro por aquí, de puntillas. 

Porque el abismo atemoriza.

Porque la palabra huérfana duele.

Me encuentro con "Lo intento" como si yo no lo hubiera escrito.

Otra vez tú.

Siempre tú.



Intemperie

 Sólo eso. 

Y un frío inmisericorde que sólo me abandona cuando duermo.


viernes, 7 de octubre de 2022

Lo intento

 Respiración cuadrada. Me incorporo. Funciona esta respiración; un, dos, tres, cuatro...

Respiro. Conscientemente. La voz de Débora acaricia nuestro intento de relajar el cuerpo, la mente... Nos acompaña en ese viaje a  nosotras mismas. Nos damos unos minutos para encontrarnos con nosotras y cuidarnos. El grupo nos cuida, nos protege. Uno, dos, tres, cuatro...

Ahora, estás en una burbuja. Imagínatela como más tranquilidad y protección te dé. MI burbuja tiene una luz cálida y me mece dulcemente. Me recuesto para descansar en ella y apareces tú. Con tus brazos abiertos y tu sonrisa incondicional. Me sorprende tu presencia porque  no ha sido algo premeditado. Y sin embargo no podría ser de otro modo si tengo que verme en un espacio, cálido, seguro, de gran paz y serenidad. Sólo contigo podría existir ese espacio y ahí estás tú. Estamos los dos. Así. Simplemente. Estando. Con tus brazos de acogida y sonriendo. En paz contigo mismo. En paz con la vida. 

Soy terrible para las visualizaciones, para arrancarme de esta tierra y sus pulsos. Sin embargo, no puedo separarme de esa imagen. No nos tocamos. Simplemente estamos. No me atrevo a moverme como si cualquier pequeño cambio pudiera tener el maleficio de explotar la hermosa burbuja y hacerte desaparecer.

Estás conmigo. No necesito nada más para estar serena, protegida, en paz. Estás conmigo



Cada día paseo al sol. Es parte de mi cuidado. Paseo, respiro, tomo el sol. 

Cada día una mariposa me acompaña un trayecto. Una o dos.

Cada día me emociona encontrármela.

     Eres tú. ME digo que eres tú, aleteando a mi alrededor. Negándote a dejarme sola.

Sé que no es así. 

    Siento que por qué no. 

Que siempre hay una mariposa conmigo, 

    no importa donde pasee, en qué campo. 

Creo en lo que no tengo fe del mismo modo que vivo lo que no puedo asumir.

Quiero sentirlo así porque no entiendo la vida sin ti.

Pero lo que no soporto es tú sin la vida.

    Tú sin poder disfrutar del sol en la cara

    La brisa, el mar, la naturaleza, tus libros, tus paseos, tus ideas...sin ti.

Tú sin la vida y cae el telón.


Por eso mi mariposa. Por eso la fe sin creer.

Nada tiene sentido. Tampoco esto.

Pero la mariposa está ahí.


martes, 13 de septiembre de 2022

Que todo esté en su sitio es el mayor desorden que pueda imaginarse

 


 Las botellas están en la despensa,

 la ropa en el armario, 

las horas en los días,

 los coches circulando por las calles 

con un sentido regular del tráfico

 más precisos que nunca, los recuerdos,

 cada uno a su año y su ciudad,

 las tierras y los mares son los mapas, l

a bandera en la selva, la luna en los poemas,

sus ideas, las dudas,las pasiones 

hechas a resistir consigo mismas,

 por géneros de libros,

 los números por orden alfabético 

en las agendas del teléfono,

las letras con cifras en los ordenadores, 

las dos almohadas en la cama,

las zapatillas simulando espera 

con su tranquilidad de buen rebaño...

 Que todo esté en su sitio 

es el mayor desorden que pueda imaginarse.


    Historia de un desorden

        poema del libro "Un año y tres meses"

            de Luis García Montero


Los cuidados como tierra de nadie en la que naufragar después del ciclón. 

Son hermosos los cuidados. 

Menos, saber que te vas; sin diagnóstico al que aferrarte.

No pudimos regarte con cuidados.

 Tampoco te minó saberte sin retorno.

Alguien puede poner en pie con sus palabras

 lo que a otros no nos cabe en el corazón. 

"El muerto en pie" ayudando a levantarnos.

viernes, 19 de agosto de 2022

Ofrendas

 Reír a carcajadas.

Sembrar la vista de gozo sin los ojos velados.

Bailar , entregada a la música sin condiciones,ni tiempo, ni espacio.

El sol, entibiando los poros de la piel.

La brisa, acariciándolos.

El pensamiento, tomando asiento dispuesto solo a dejarse llevar por las emociones, los descubrimientos, la belleza.

Abandonarme sin sentir el peso de seguir adelante.

Aquí y ahora. Respirar, ser, disfrutar.


Todo lo que no parecía posible, como en un sortilegio, fue. 

Todo lo que parecía quebrado, irrecuperable, surgió de la pura necesidad de "vivir". 

Porque quien "ha vivido" alguna vez, conserva la huella de ese impulso, aunque no lo sepa.

 

Volver a vivir solo es posible si cada momento se convierte en una ofrenda.

"Darías la bienvenida a este sol acariciador" 

"Sabrías regocijarte con este espectacular recorrido lleno de naturaleza e historia"

"Abominarías de tanta magnificiencia porque fue engarzada con el sufrimiento de los de abajo"

"Buscarías otros lugares menos glamurosos, cepa del sudor sobre el que cabalgaba el imperio"

"No perderías tu tiempo en templos que sí serían tan sustanciales para tu madre como para mí"

"Me encantaría dejarme coger de tu mano y simplemente, estar así, ahora, aquí"

"Sonreirías antes mis ojos empañados de noche por una Budapest iluminada, hermosísima"

"Gozarías rodeado de la alegría de los girasoles, deslumbrado por el destello de los humildes rastrojos rubios"

"Sentirías el peso del pasado y de la naturaleza paseando por una Hoz milenaria y llena de vida y de matices"

 Y no sé cómo hacer de ese condicional un presente imperfecto .

 Intento esquivarlo respirando profundo y haciendo de cada segundo "vivible" una ofrenda a tu recuerdo.

 Una ofrenda llena de presente tanto como mi corazón lo está de ti.

Una ofrenda profunda y vacua como el dolor de no volverte a tener. 



sábado, 21 de mayo de 2022

Casi todo

 La única foto que tengo de ti. Eres tú. 

Casi todo lo que significas. 

Casi todo lo que amabas.

Casi todo lo que querías ser.

Te miro, te acaricio. Entro en barrena.

Casi todo ya no existe.

Todo me habla de ti y ya no estás.

Algo pastoso quiere ser aire.

Barro terroso trago en mi saliva.

Las entrañas me arañan como una rebelión.

No lo acepto. No quiero. No se lo permito. Como si pudiera...

Dónde poner casi todo lo que ya nunca podrá ser.

Te miro. Te acaricio. Cómo te echo de menos.





Cadenas

 De repente me asaltan unas pastillas. Donde menos me lo espero. Tuyas.

Ahora es un laxante, en el fondo de una bolsa. Tuyo.

Fuiste tú quien marco el ritmo de tu condena y, sin embargo, a mí me pesa como si arrastrara la culpa de ser yo la que te anclara a esas cadenas.

La brisa suave de los dos últimos años vividos en casa, tranquilo, de vuelta a tu vida, lejos de tu condena, me permite sonreír ante el recuerdo de tu muerte. Esa que se me abalanza con tus pastillas, tu laxante, esa foto...mi corazón.

domingo, 8 de mayo de 2022

Parar

 Si me paro, me ahogo.

Si me paro, me hundo.

Si me paro, el dolor.

Si me paro, el vacío.

Si me paro, existir.

Si me paro, sentir.

Si me paro, la herida  engulle.

Si me paro, la vida descarrila.

No me paro. Sujeta mi latido el puro movimiento.

Ando

 La tristeza me embadurna con sabor a brea.

Me sepulta y no sé donde ser ni qué ponerme.

Me revuelvo en su soledad que me aúlla que huya.

Huyo

Rodeada de otros, caigo.

Caigo en la cuenta y en el  precipicio de entender

que solo ellos, las ausencias que nacen mi tristeza,

podrían anegarla de luz y de esperanza.



miércoles, 4 de mayo de 2022

Vivir es fácil con los ojos cerrados, sin tocar la cicatriz

 Este barrio que amabas en mis letras, está ,ahora,  salpicado de nueva vida. Morada. Y se me clava con la fuerza de la savia que la empuja. Inmisericorde.

Florecillas moradas, minúsculas crecen entre las piedras de los muros que jalonan el barrio. Cansado, humilde.  Como regueros de belleza que impiden que se rinda. 







Lilas, simples, fragantes, como milagros encendidos, sorprenden y acicalan las calles ajadas y saludan como banderas blancas, de pactos imposibles con la derrota.

Las veo, tan pequeñas, tan llenas de vida, tan hermosas... y se me clavan como añicos, sin ti.

Todo lo hermoso me lleva a ti, me precipita a tu vacío y emborrona cualquier intento de comprender y seguir adelante.

La naturaleza volviendo a la vida, eres tú y me persigue en su sinrazón y su violencia sin ti. Me rompe de emoción tanta esperanza hecha vida, sin ti. 

Todo lo que te recuerda a ti, me condena al sinsentido. Hace palpable tu ausencia y me ciega.

No hay espacio para esto más que todo lo que eres y todo eso, todo lo que inabarcablemente eres, me levanta la piel y me deja abortada en el camino.

Hablan de ti, de tu decencia, de tu docencia, de tu talla moral e intelectual, de tu insobornable compromiso...y sí. Sí, claro que sí. Pero a mí me faltan muchas piezas de tu rompecabezas emocional, del mapa de tu corazón, de tu recorrido vital. Y así, despiezada, descabezada me rindo ante la evidencia de que nadie más que tú podría aliviar mi duelo, mi egoista dolor. Nadie podrá arropar esta debilidad, calmar esta necesidad. Nadie podrá acariciar mis cicatrices ni curarlas. Nadie que no seas tú. Y ahora eres, por siempre, una enorme cicatriz que me recorre el espinazo y que cuando la tocan, me sacude un latigazo de nombre no inventado que desdibuja cualquier intento de respirar y creer que la vida es posible.

¿Cómo podrás acariciar lo que ya eres y yo no puedo sostener?

Te echo, indecentemente, de menos. Hueco y cicatriz. Carne viva. Pura muerte. En vida. 


domingo, 3 de abril de 2022

Palabras

 Nada me sale al encuentro.

A veces, las palabras de otras.

Las mías, ya no.





Idea Vilariño






"Por muy desengañados que estemos es imposible vivir sin alguna esperanza. Siempre conservamos una, a pesar nuestro, y esa esperanza inconsciente compensa todas las demás, explícitas, que hemos rechazado o agotado".
"Del inconveniente de haber nacido", Emil Cioran







"El misterio de la existencia humana no radica en mantenerse vivo, sino en encontrar algo por lo que vivir"
- F. Dostoiévski


"Por largo tiempo me parecía que la vida estaba a punto de comenzar. La vida de verdad. Pero siempre había algún obstáculo en el camino, algo que resolver primero, hasta que me di cuenta que esos obstáculos eran mi vida".
Eduardo Galeano

"Con demasiada frecuencia, el único escape es dormir".
- Charles Bukowski... 🖋️






















"Si me preguntan qué es el éxito, respondería que viví, amé y respeté y fui respetado por los otros a los que amé y respeté. El éxito de una vida completa es el éxito en las relaciones humanas. Una vida sin amor habrá sido desastrosa".
Tzvetan Todorov









"Yo siempre he sido aparte, me considero una especie de espectador de todo. Me cuesta un gran esfuerzo comprender el mundo que me rodea, y la gente. A veces me siento muy perdida en el mundo. ¡Me pego cada torta! ¡Me han dado cada una! Seguramente por eso soy una persona solitaria."
- Ana María Matute


Despedida de un paisaje, Wislawa Szymborska
No le reprocho a la primavera
que llegue de nuevo.
No me quejo de que cumpla
como todos los años
con sus obligaciones.
Comprendo que mi tristeza
no frenará la hierba.
Si los tallos vacilan
será sólo por el viento.
No me causa dolor
que los sotos de alisos
recuperen su murmullo.
Me doy por enterada
de que, como si vivieras,
la orilla de cierto lago
es tan bella como era.
No le guardo rencor
a la vista por la vista
de una bahía deslumbrante.
Puedo incluso imaginarme
que otros, no nosotros,
estén sentados ahora mismo
sobre el abedul derribado.
Respeto su derecho
a reír, a susurrar
y a quedarse felices en silencio.
Supongo incluso
que los une el amor
y que él la abraza a ella
con brazos llenos de vida.
Algo nuevo, como un trino,
comienza a gorgotear entre los juncos.
Sinceramente les deseo
que lo escuchen.
No exijo ningún cambio
de las olas a la orilla,
ligeras o perezosas,
pero nunca obedientes.
Nada le pido
a las aguas junto al bosque,
a veces esmeralda,
a veces zafiro,
a veces negras.
Una cosa no acepto.
Volver a ese lugar.
Renuncio al privilegio
de la presencia.
Te he sobrevivido suficiente
como para recordar desde lejos.


«Nacemos solos, vivimos solos, morimos solos. Sólo a través de nuestro amor y amistad podemos crear la ilusión por un momento de que no estamos solos».
Orson Welles [1915–1985]











“Aquel que no consigue ponerse de acuerdo con la vida mientras vive, necesita una de sus manos para apartar un poco la desesperación causada por su destino – lo consigue muy imperfectamente -, pero con la otra puede anotar lo que ve bajo las ruinas, ya que ve otras cosas, y más cosas, que los demás; es un muerto viviente y el verdadero superviviente. Esto, suponiendo que no necesite las dos manos, y más manos que las que tiene, para luchar con la desesperación.”
- Franz Kafka






"Si me preguntas para qué escribo, aparte de para comer, o para vivir, es porque en un momento me di cuenta del poder que tenía la literatura. Cuando era niña llegó a mis manos un libro que hablaba exactamente de lo que me estaba pasando. Yo estaba viviendo con mi abuela, me llevaba muy mal con ella, tenía una relación de mucha opresión, me sentía totalmente oprimida y maltratada y leí por casualidad "La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada" de Gabriel García Márquez, y dije, este señor entiende perfectamente lo que me pasa. ¿Cómo pudo haber escrito el libro sobre lo que estoy sintiendo sin que me conociera?, me preguntaba. Y hay veces que pasa eso, que tú estás viviendo algo y te cae un libro sobre lo que te está pasando. Y ahí se produce una especie de interconexión extraña entre los libros y los lectores, que los surrealistas dirían que es azar objetivo. Pero yo creo que cuando escribo y después publico un libro, me doy cuenta por los comentarios de los lectores, de que eso también pasó con mi libro. Que a alguno de esos lectores también le llegó justo y que eso que yo estaba expresando por necesidad, ellos lo estaba recibiendo como un bálsamo. Es una conexión muy íntima la que se establece entre un texto y un lector. El escritor pone su subjetividad ahí adentro y elige bien las palabras para tratar de ser lo más conciso y claro sobre lo que quiere decir. Y el lector lo recibe así. Leer es un acto de recogimiento como hay pocos en esta sociedad."
- Guadalupe Nettel

«La humanidad se ha convertido ahora en espectáculo de sí misma. Su autoalienación ha alcanzado un grado que le permite vivir su propia destrucción como un goce estético de primer orden».
Walter Benjamin, hace casi un siglo.








“El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma”.
- Adoux #Huxley, 1894-1963. Novelista, ensayista, crítico y poeta inglés.







"Vivir es ir perdiendo terreno."
Emil Cioran


"La experiencia me ha demostrado que lo que a mí me parece claro y evidente casi nunca lo es para el resto de mis semejantes. Estoy tan quemado que ahora vacilo mil veces antes de ponerme a justificar o explicar una actitud mía y, casi siempre, termino por encerrarme en mí mismo y no abrir la boca".
“El Túnel”, Ernesto Sabato








Umbrío por la pena, casi bruno..., Miguel Hernández
Umbrío por la pena, casi bruno,
porque la pena tizna cuando estalla,
donde yo no me hallo no se halla
hombre más apenado que ninguno.
Sobre la pena duermo solo y uno,
pena en mi paz y pena en mi batalla,
perro que ni me deja ni se calla,
siempre a su dueño fiel, pero importuno.
Cardos y penas llevo por corona,
cardos y penas siembran sus leopardos
y no me dejan bueno hueso alguno.
No podrá con la pena mi persona
rodeada de penas y de cardos:
¡cuánto penar para morirse uno!




"Hay veces que un hombre tiene que luchar tanto por la vida que no tiene tiempo de vivirla".
Charles Bukowski



"Hay un dicho que es tan común como falso: el pasado, pasado está, creemos. Pero el pasado no pasa nunca, si hay algo que no pasa es el pasado, el pasado está siempre, somos memoria de nosotros mismos... somos la memoria que tenemos."
José #Saramago


Adam Zagajewski.

"La gente paga por lo que ha hecho y por aquello en lo que se ha convertido. Y lo pagan de manera simple: con la vida que llevan".
Edith Wharton


"Estoy afuera con linternas
buscándome a mí misma."
- Emily Dickinson






Torrijas

 Invalida, doblegada por el dolor, te vuelcas en tus torrijas.

El olor a miel y a pan frito me arrebata hacia una niñez feliz que no existió, pero que queda en mí.

Las torrijas descansan ya en su baño de vino meloso. Las mías quemadas, como me gustan.

En su bandeja me hablan, me zarandean. Me gritan lo que no entiendo y me subleva.

Fecundada de dolor, te revelas en esos gestos. No parar. Ser la que eras en todo lo que hacías antes, fácilmente, y que ahora te cuesta un mundo. Y a mí un dolor insoportable.

El aroma de la miel deshecha me reconcilia con tanta rabia y desencuentro. Deshecho también se puede ser dulce. Tengo que intentarlo. 




viernes, 25 de marzo de 2022

Sueños

 Me refugio en mi sueño ligero. El único resorte de vida.

El otro día soñé contigo. Nos abrazamos llorando. Con prisa. Tenías prisa. Te fuiste.

Yo no. Ni tu abrazo tampoco.

Esos abrazos...

Desde aquel día, la pura intemperie.

Te quiero. 

No comprendo la vida sin ti.

Es así.

domingo, 20 de marzo de 2022

Mañana hace dos meses que el mundo se dio la vuelta y , por eso, nunca mas llegará la primavera


 

La pena, que todo lo ocupa, sin espacio para nada más

Sí, César, sí. César Vallejo

 




Necesidad

 Siempre pienso que me faltan hervores, y que por ellos, por los que me faltan, estoy incompleta, necesitada, enfermamente necesitada y desahuciada.

Vivo mi fragilidad como una condena, una falla, una debilidad que me cuesta cara al perder la esperanza por ausencia de sostén.

Y me encuentro con palabras que me reconcilian, o no, con esas grietas por las que se me escapa la vida

                                                    Emil Cioran


Por eso esta orfandad. Me falta el suelo. Y nunca más lo tendré, Me faltas tú, Cesitar.


¿Se puede avanzar sin horizonte?

 "Me da miedo atroz pensar en que se está debilitando mi interés por todo.

No resisto esta soledad,busco compañía y no resisto la compañía".
•Andrés Caicedo.

jueves, 24 de febrero de 2022

Póthos

 

Desierto de Atacama, Chile

“Pon todo lo que eres en lo mínimo que hagas”.
Fernando Pessoa


La lengua griega tiene una palabra: póthos. Es el deseo de lo ausente o lo inalcanzable, un deseo que hace sufrir porque es imposible de calmar. Nombra el desasosiego de los enamorados no correspondidos y también la angustia del duelo, cuando añoramos de manera insoportable a una persona muerta.

(El infinito en un junco, pg 32)





Lo insoportable, lo único posible

 Lo insoportable era lo único posible.

 Hablar de ti. Oir tu nombre.  Estar con algunos de los que te querían. Impregnarse de tus montajes. De la fuerza de tu convicción.

Ha sido terriblemente difícil. Querer vivir ahí el resto de mi vida y querer salir corriendo, en estampida.

Rodeada de gente que te conocía y que te llora. Y en medio tu vacío. Tu ausencia. Como nunca antes la había sentido.

Cuánta desesperación en todo lo que hago desde que sé que no estás. Cuánta autocomplacencia. Cuánto tumbo cegado por el dolor. Como la chica que ha leído su poema, a trompicones busco a "la madre" que me cobije, que me explique que nada pasa, que me asista en tanto tropiezo. A trompicones intento asideros. Lanzo puentes de papel que se quiebran en la imposibilidad de recuperarte de ningún modo.

He escuchado a la gente hablar de ti, radiografiarte. Quien te conocía, te sabía. Eras transparente. Auténtico. Insustituible. Ha sido hermoso escucharte en otros. Encontrarte en los otros. Respirar tu vacío en el recuerdo de los otros. 


MI orfandad ha sido enorme. Todos los que estaban allí compartían contigo proyectos que les unían a ti y entre ellos. Eras la amalgama que los entretejía , en cuya red se mecen ahora. Te tienen en lo que construiste con ellos. En el sendero que hicisteis juntos y que se ven impelidos a seguir. Mano a mano. Contigo y "sintigo". Difícil pero prodigioso.

Yo caigo sin red. Yo sólo compartía contigo la vida. Y ahora ya no la tengo. Me precipito en tu falta, sola. Sabiendo que nadie puede intuir lo que los dos trenzábamos en nuestros corazones y cómo ahora se deshilacha el mío.

Sabía que podía ocurrir y ha ocurrido. Me he sentido profundamente sola, lanzada al espacio. Perdida. Sin otra opción.

Y me revuelvo ante todo esto y me enjugo rabiosa sabiendo que nada de todo esto que me destroza para siempre tiene ninguna importancia. ¿Sabes por qué, Cesitar mío? Porque tú ya no estás. Y eso es lo único importante.

Te quiero, mi amigo. Mi César. Mi amor.


miércoles, 16 de febrero de 2022

..ni hablar

 


Así es, Rosa. Y casi incomoda tener que hablar de ello, comunicarlo, compartirlo. Porque tus palabras se quedan inanes ante esa enormidad y las escuchas y no entiendes tanta futilidad en esa inabarcable experiencia. De hecho, Rosa, cuando sales de ese alud y , desesperada,  sólo encuentras la palabra escrita como asidero, también entonces sabes que nadie va a oirte, ni a responderte, ni a acompañarte. Escribes para no ahogarte, para sacar de ti tanto dolor que se atropella en una amalgama. Para hablar con esa persona y para compartir con él el infinito desasosiego que te produce La ridícula idea de no volver a verte.

martes, 15 de febrero de 2022

Borbotones

 Escribo, escribo, hablo, te busco, hablo, escribo...

Se me escapan los acentos, las comas, la puntuación...

La gramática gime, la semántica derrotada busca sinónimos para abarcar tanto, la prosodia se repite a sí misma que no puede con esta cadencia... nada encaja... nada puede con este empellón, ninguna sintaxis puede articularlo.

Se me escapa la pena a borbotones y no hay puntos ni comas, ni acentos ni fonética que abarque este lamento.

Y, sin embargo, es sólo en este reino desnortado donde siento que puedo seguir. A tu lado. 

A cuerpo descubierto

 Salgo a la calle, a cuerpo descubierto. Imprudente. 

Protegida en mi propia pandemia, he vivido dentro de ella, acorazada.

Me estalla el ruido, la normalidad de la gente, los sitios donde podría recordarte, las conversaciones ajenas a mi estruendo interior...

No encuentro momento y lugar de volver. Aquí. A este dolor que necesita volcarse en estas  palabras.

Insensata...

Como si la vida se recolocara y fuera inocuo volver a vivir.

Como si fuera posible.



domingo, 13 de febrero de 2022

Tu letra

 Llevo mes y medio fuera de casa.

Al llegar me he zambullido en un mar de fotos para encontrarte.

Y te he encontrado.

La única foto que tengo de ti. Odiabas hacerte fotos y no te las hacías.

Después de esa zambullida, he navegado por el estante donde tengo todos tus libros. Abriéndolos ávidamente para encontrarme con tu letra mínima, casi un esbozo.                                 Hay una dedicatoria que, de tan pequeña, es ilegible. Es un pequeño recodo donde, cada vez que no soportaba tu ausencia, me refugiaba a descifrarte. Ahora el refugio se ha convertido en guarida donde me guarezco de este frío que encoge mis entrañas y me acurruco en cada letra que no distingo e imagino que tú me  descubrirás la próxima vez que te vea.

Tu letra como tú: humilde, certera, acariciante...un misterio en el que descansar.

Preguntas

 Han pasado muchas cosas en poco tiempo.

Enormidades que me sepultan en preguntas.                       Necesitaría respuestas para poder vivir mejor. Para saber que estoy viviendo mejor y que tanto dolor me enseña algo. Seguro que llegan, de algún modo. De momento sólo son interrogantes.

¿Se puede recuperar el tiempo perdido?

¿Se pueden dar los besos perdidos?

¿Se pueden restañar las heridas involuntarias?

¿Se puede sentir el alma en paz?

No hablo de los que se han ido. Con ellos ya no habrá tiempo ni espacio. 

Hablo de lo que están aquí. A mi lado. ¿Podré sentir que les hago llegar mi amor por encima de los desencuentros?

Al parecer, tengo carácter. Y eso no ayuda mucho. Por eso las preguntas. Por eso la necesidad de caminos para hallar respuestas.

Me pregunto si sabrás cuánto te quiero. Cuánto te necesito y cuánto confío en ti.

Creo que ni lo sospechas. Sobre todo lo último. Tu opinión es un faro para mí. Sé que cuándo tengo alguna desazón, tu punto de vista podrá sacarme del barullo en el que me hallo. Así ha sido en una cuestión fundamental estos últimos días. Así es casi siempre que te consulto algo. Y es que sé que cuento con la perspectiva de una persona serena, inteligente, práctica y, sobre todo, buena.

Todas las madres piensan que sus hijos son especiales. Yo lo sé. Sé que eres una buena persona y me parece que es lo más importante en esta vida. Por eso estoy tan orgullosa de ti. 

Desde que eras un niño muy pequeño, desde la guardería, me demostraste que lo eras.

Desde que eras un niño me diste lecciones de mesura y de eso que ahora llaman inteligencia emocional.

Desde que eras un niño me enseñaste que las cosas pueden ser más simples de lo que nos empeñamos.

Desde que eras un niño me regalaste ese corazoncito tan especial

(8 años)




Me pregunto si todo el amor que siento por ti podrá sanar las heridas que, estoy segura, te he provocado queriendo protegerte.



jueves, 10 de febrero de 2022

Miguitas

 El reloj de mi padre se ha parado a las 20:25. 

Posiblemente, fue la hora en que lo vi por última vez. 

Lo llevo encima desde que él ya no lo necesita. 

El reloj, como un corazón portátil, ha dejado de latir en el momento que nos despedimos, sin saberlo.

EL reloj y su carterilla eran sus dos posesiones que reivindicaba incansablemente. Construían su mundo y le daban seguridad. 

La carterilla se fue con él.

El reloj me lo quedé yo, pero él ha decidido que su misión había terminado, como si no quisiera acompañar el pulso de nadie que no sea él.

La muerte lo desdibuja todo, hasta la realidad. Frente a eso pareciera que los objetos quisieran jalonarla como miguitas dejadas para el camino de vuelta. 

Sólo que aquí no hay vuelta atrás.

 Quizá solo sean miguitas para que no nos perdamos en nuestro dolor y rechazo.


miércoles, 9 de febrero de 2022

Adiós, papá

 Hola, papá.

Tú y yo nunca hemos hablado. Increíble. Pero así es. Nunca de nada importante. Nunca de verdad. Triste pero real. No tuvimos una gran relación hasta que nació mi hijo y pude recuperar al padre que no fuiste en el abuelo incansable, incombustible que has sido. 

He conocido dos amores incondicionales y uno es el tuyo hacia mi hijo. Lo adorabas y has estado en cada minuto importante de su vida, sin perderte nada. Has sido su "manager" y su más ferviente admirador. Mi hijo era razón suficiente para la vida, para la alegría. No necesitabas nada más: estar con él era tu religión.

Y así pude yo recuperarte y reconstruir un cariño que como padre no supiste sostener.

Te has ido de sopetón y ha sido un "manotazo duro, un golpe helado". Tenías una mala vida porque no podías hacer nada por ti mismo y porque tu mente ya no respondía a tus deseos. Pero todavía pasábamos buenos ratos o yo así lo intentaba. Y teníamos nuestro ritual de bromas, frases repetidas, risas y "alegría".

Has vivido años muy duros. Para mí, los peores de mi vida, sin duda. Sin podértelos evitar, intenté con todas mis fuerzas aliviártelos. Creo que te has ido sin comprender hasta qué punto luché por darte una buena vida que tú no supiste prevenir.

He sido feliz estos dos últimos años de mierda y de pandemia. Porque te pude sacar de aquel lugar que me descomponía el cuerpo y el alma y te he podido ver en casa, tranquilo, cuidado, a gusto. Cada noche que me despedía de ti, sentía la tranquilidad de verte en tu cama, entre tus sábanas, como un bebé satisfecho.

Ya nunca más podremos tener esa conversación que siempre me dejaba sonriendo: 

- Adiós, Manolín

-¿Te vas?

-No, ¡te vas tú!

-¿Yo?

-Sí, ¡a dormir!

Y nos reíamos...

Voy a echar de menos tu puntuación y tu sola presencia que, a pesar de lo mucho que necesitabas, nunca era exigente ni apremiante.

No sé si tú me echarías de menos porque no me aguantabas. Hasta eso me hacía gracia. Hacía mucho que no recordabas mi nombre. Yo era la jefa y, un poco por eso, me odiabas. Y por alguna cosa más que te has ido sin entender.

Yo me quedo con varias astillas clavadas en el corazón. Algunas son auténticos palos, pero  ni tú ni yo somos responsables de ellas. 

Te pido perdón por todo lo que haya podido hacer mal, lo que te haya hecho daño y te haya hecho sentir desprotegido. No es hora de echar cuentas. El amor a mi hijo las puso a cero.

Me quedo con el disgusto de no haberte dado la última milhoja por un enfado ridículo, prepotente que expresa mejor que nada el nivel de desgaste e inquietud que tengo.

Y con el dolor de verte sufrir las últimas horas. Tú, que nunca te quejabas, estabas inquieto y mal y no pudiste remontar. Era un malestar profundo que no presagiaba tu muerte y ha caído sobre mi alma cansada como la losa que ya es. Al menos tu destino, en este último momento, ha sido lo menos despiadado posible y te has ido rápido, sin sufrir mucho.

Y el dolor de no tenerte de la mano en el último aliento.

                                                                              Me hubiera encantado que te fueras como ese bebé al que despedía cada noche, y que te hubieras ido un poquito más tarde. Me hubiera encantado poder regalarte un verano más, al sol, rodeado de personas que te quieren. Pero no ha podido ser.

Nunca pensé que me dejaras un hueco tan grande. Gracias por hacerlo posible, sembrándolo de amor hacía mi hijo.

Adiós, papá

El perrito

 Yo tengo un perro. Una cosita peluda y pequeña que acompaña mis días como una sombra. Siempre ahí, desapercibidamente.

Yo tengo un perro y como las vivencias mágicas que casi no te crees, te da miedo verbalizarlas por si el mal destino que siempre acecha, las descubriera hechas palabra y las quisiera  hacer explotar como desaparece el espejismo de una pompa de jabón al tocarla.

Yo tengo un perro y cada mañana le doy gracias a la vida por permitirme tener en ella una experiencia única. Como lo es enamorarse o tener buenos amigos.

Yo tengo un perro y tengo mucho más. Un perro puede parecer poca cosa. Un capricho. Una opción. Una simple ocurrencia.                      LO que puede parecer y lo que es...                                                    Mi perro , cada día, me recuerda lo importante.                                  Él, que nada pide y pasa horas enroscado adormilado, es como un cincel que define la auténtica vida en firmes trazos.

El trazo de no esperar nada 

El trazo de estar ahí siempre

El trazo de una mirada profunda que te protege

El trazo de la compañía sin más

El trazo de lamerse las heridas sin molestar

El trazo de disfrutar de la serenidad de un baño de sol

El trazo de confiar

El trazo de disfrutar con los demás, simplemente así: estando con los demás.

El trazo de vivir a pierna suelta sin porqués, sin más.

El trazo de la alegría desmedida por ser, por estar

Yo tengo un perro y la vida se endulza y expande gracias a él. La vida de todos los que lo disfrutamos.


Miko, pequeño perrito, estás aliviando muchos corazones sólo con estar cerca de ellos. Corazones cansados que se saben en la recta final y que, muchos días, no encuentran motivos para la alegría y se  topan con ella de sopetón cuando te abalanzas sobre ellos moviendo tu colita como si no hubiera nada más importante en la vida que dar círculos emocionados alrededor de ellos. Y los cuidas, les das todo el cariño que necesitan y les permites expresar su amor, su gratitud, que el pudor frena entre humanos.

Miko, el perrito, un abuelo se nos ha ido. Eras su amigo. Has pasado muchas horas de su vida anclado a la silla de ruedas que era, desde hace años, sus piernas. Dejando pasar las horas, tomando el aire, respirando juntos y viendo la vida pasar a su lado. Has pasado muchas horas debajo de su silla, esperando alguna recompensa en forma de trocito de comida que podía  caerse de sus ya, torpes manos. Has pasado muchas horas encima de él, en la cama, dándole los buenos días a lengüetazos, dándole calor entre sus piernas hasta que llegaba la hora de enfrentar el día.

El abuelo llevaba años perdiéndose a sí mismo. Perdiendo los nombres, las palabras. La movilidad, la autonomía. La mente. La vida. Por eso no recordaba tu nombre y preguntaba por ti , por el perrito, cuando no te veía. Y te hablaba. Y en ese otro mundo paralelo en el que habitaba no olvidaba que te encanta la manzana y te animaba a pedírmela.

Miko, has sido su escudero y lo protegías cuando las personas se acercaban a sus silla, como si supieras que él no podría hacer frente a una agresión y te anticipabas con tus ladridos para alejar esos posibles peligros. 

Ya nunca más podrás hacerlo. Y lo sabes. En tu corazón sabio y más cálido que el de muchos humanos sabes que el abuelo está pasando por algo que no te gusta. Y lo echas de menos. 

Y , como todo lo que haces, sabiamente, sin molestar, lo esperas pacientemente para recordarle que no hace falta estar presente para estar y que él estará aunque no esté y lo seguirás acompañando, protegiendo y queriendo desde este mundo que creas, haces tuyo y da tanto sentido al nuestro- absurdo, egoísta, exigente- que tiene la suerte de tenerte cerca para que nos recuerdes todo lo que el amor puede hacer con una simple presencia.



Seguro que tú ya lo sabes, Miko, porque los dos tenías un lenguaje secreto y os entendíais. El abuelo te da las gracias por tanto... Y yo también por tanto, tanto...

Miko jamás se puso debajo de esa silla mientras mi padre vivía. El día de su muerte, mi chico se lo encontró ahí. Velándolo. Echándolo de menos y diciéndole que él estaba a su lado por lejos que estuviera. Las personas que no quieran entender que los perros son seres especiales que nos hacen mejores y nos ayudan a vivir, se pierden un don de la vida. Las personas que no vivan el amor de un perro, su compañía y su sensibilidad, no sabrán lo que es un corazón completo. Las compadezco. 

Miko sabía que mi padre tenía una vida demediada, que estaba en inferioridad de condiciones, que sufría. Y lo acompañaba y lo protegía. Y lo hizo hasta el final. Todavía lo hace.Miko ha cuidado y acompañado a mi padre mucho más que personas que dicen quererlo mucho. Muchísimo más.

 Y a mi este perro no me cabe en el alma. Me la limpia, me la sana, me desborda de emociones bonitas y simples que me hacen ser mejor humana, cada día.

Repito, Miko nunca se tumbaba ahí cuando mi padre podía ocupar esa silla, su silla.Nunca. Ahí tumbado, esperando, despidiéndose me lo devolvió por un instante. 

Desde que Miko está en mi vida, creo en los milagros. Y mientras Miko esté en mi vida, yo querré seguir a su lado.