Siempre pienso que me faltan hervores, y que por ellos, por los que me faltan, estoy incompleta, necesitada, enfermamente necesitada y desahuciada.
Vivo mi fragilidad como una condena, una falla, una debilidad que me cuesta cara al perder la esperanza por ausencia de sostén.
Y me encuentro con palabras que me reconcilian, o no, con esas grietas por las que se me escapa la vida
Emil CioranPor eso esta orfandad. Me falta el suelo. Y nunca más lo tendré, Me faltas tú, Cesitar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por acompañarme.