lunes, 27 de octubre de 2014

NISCALOS


A veces te llegan regalos que no esperas. Simples, espontáneos y tan grandes....

Hoy mis amigos Monse y Fede me han regalado una cajita de Níscalos que han cogido ellos en su bonito pueblo. 
Los he abierto y me he encontrado una belleza de níscalos: frescos, sencillos, hermosos.
Descansaban sonrosados en un papel morado y ha sido un golpe de armonía abrir esa caja. Lo que nos da la tierra en la expresión de   su máxima sencillez y delicadeza. Tan simple..., tan hermoso.

La belleza está en la sencillez y en las cosas hechas con el corazón y estos níscalos son un gran ejemplo.

Gracias






La tirita para el alma: MeV

Las luces de las tardes de domingo siempre me resultan melancólicas.
 Volví a casa paseando por un Madrid primaveral de una oscuridad prematura que, como cada año, nos imponen por estas fechas. 
Necesitaba pasear saboreando el placer de sentirme encantada. Literalmente encantada
Porque ayer viví un prodigio. 



Supongo que todos pensamos que un hospital es un lugar triste. Todos hemos tenido la experiencia , en el mejor de los casos, de visitar o acompañar a una familiar o amigo hospitalizado y muchos sabrán lo que significa pasar por ese paréntesis
que supone una hospitalización. 

Todos sabemos de la tristeza impotente que no podemos evitar cuando despedimos a nuestros seres queridos "secuestrados" para esa puesta a punto; dejándolos allí, en la frialdad de esas luces fluorescentes  y  de ese  silencio impuesto, solo roto por ruidos metálicos o la llamada de ayuda ante algún imprevisto.


 El hospital como un paréntesis doloroso que se convierte, en ocasiones, en un hogar provisional gracias a la humanidad de algunos de los profesionales que atienden y arropan a los enfermos. Pero que siempre aparece como cíclope amenazante , crisol de miedos y sufrimientos al que casi no queremos mirar por si nos elige como huéspedes.

 Y sin embargo, es ahí, en esos espacios que parecen malditos donde nos cuidan y nos recuperamos y salvamos la vida*. Por eso deberíamos celebrarlos y hacer de ellos espacios humanos llenos de ternura, de alegría, de compañía, de escucha, de esperanza.

Eso es exactamente lo que hace Música en Vena cada día.
Una labor titánica, como un David frente a Goliat porque solo cuentan con su entusiasmo, su generosidad y la generosidad de los artistas y técnicos que les secundan y hacen posible ese milagro en medio de cables, camillas y personas más necesitadas que nunca de calor.  Un prodigio ¿no os parece?

El prodigio de ayer fue doble. El auditorio del Clínico se llenó de magia con la simpleza de una música sublime y una voz que la acariciaba emocionada: Jordi Savall y Ferran Savall en el escenario con un programa original y único.
Para decirles que ese paréntesis no deseado se puede amueblar de humanidad y esperanza y que la música es algo más que notas y sonidos. Es un lenguaje que remansa el alma y que inocula el único virús necesario: la fuerza y la esperanza. Que no están solos en ese retiro involuntario. Los músicos con su prodigio fecundan de luces las sombras que pueblan ese otro universo de batas y soledades.


En ese prodigio que ayer vivimos, lo más prodigioso fue que los magos que oficiaban ese ritual de emociones electrizantes se vieron sorprendidos por una conmoción que les desarmó. Como en cada actuación de MeV, toda esa energía se transforma en una regalo para los artistas cuando son ellos los que lo están creando. Más magia ¿no? 

Unas breves pinceladas de lo que ayer pudimos disfrutar durante una generosa hora.




Mafalda se hacía una sabia pregunta:
 
Mafalda, gracias a MeV ahora tenemos una respuesta.
                    

Un milagro en mitad de un hospital. Un bálsamo para las almas. 
                          GRACIAS MeV
Si queréis vivir algo único y necesario, habrá más:
CARTEL MUSICA EN VENA_CNDMb


Si queréis formar parte de él 
MÚSICA EN VENA






*Aprovecho para reclamar y defender una sanidad pública de calidad, sin recortes y con prioridad en los presupuestos del estado.

miércoles, 22 de octubre de 2014

Fango

El otro día vi por televisión a un hombre destrozado. Un hombre que prefería estar muerto pero que se mantenía en pie por su hija. Era un hombre al que le habían arrebatado la vida y estaba viviendo en la desesperación.
Al verlo comprendí algo que ya intuía: cuando ya no eres un ser humano porque te ha consumido la desesperación, no tienes capacidad de reacción. Siempre nos preguntamos por qué la gente que se suicida víctima de un engaño o de una situación social injusta, no se lleva por delante a alguien como una manera de establecer una mala justicia simbólica. Todos lo decimos: "yo antes me llevo a algún hijo de puta por delante". Y tenemos tantos donde elegir.... Pero olvidamos que en esa lucha por imponer cierta justicia de sentido común se van quedando por el camino no solo las fuerzas, si no algo mucho más importante, la dignidad. Esa es su mayor victoria: conseguir que no te sientas como un ser humano, conseguir que te sientas como un despojo que solo tiene un destino. Y nadie desde el poder en este momento tan crítico ha movido un solo músculo para que esto no suceda. Para anteponer a los seres humanos frente a todo lo demás.

Un sistema que despoja al ser humano de su condición de humano solo tiene un futuro: hacer de la vida un fango asfixiante sobre el que navegarán los privilegiados. Y si no hacemos nada para evitarlo dejaremos de ser personas para ser fango.

El Pinar

El pinar reverdece agradecido y se arropa con un suave manto de terciopelo verde. El sol intenta atravesarlo buscando resquicios por los que lanzar haces de luz dorados y reverberantes que descubren colores de un fulgor imposible. Como una revelación. El sol que no puede entrar por entre los tupidos pinos se aposenta sobre ellos acariciando sus copas cubriéndolas con una túnica de calor y luminosidad.

Entras al pinar y un útero cálido y protector te recibe acunado por silencio solo salpicado por el trinar de los pájaros y el olor límpido e intenso a tierra, jaras y rocío. 

Los árboles que van despojándose de sus hojas humildemente se visten de ocres y dorados como en un festival de fuego.El sol los destaca jubilosos y la vista se pierde entre sus tonos emocionados.

Me pregunto si es que me conformo con poco por sentir que la vida es esto y disfrutarla es tan simple como pasear y abandonarse.




domingo, 19 de octubre de 2014

PEQUEÑAS REVOLUCIONES IMPRESCINDIBLES

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domingo, 5 de octubre de 2014

Lo que queda

A falta de otras aventuras, yo me pierdo en estos cielos espectaculares. Las nubes en una competición  estimulante de formas, colores y movimiento. No existe el aburrimiento si hay un cielo con nubes. 

Y algunos se lanzan a jugar con ellas con algo más que la imaginación

http://www.culturainquieta.com/es/fotografia/item/4604-jugando-con-las-nubes.html


Me sorprende y me inquieta verme disfrutando de la soledad de la naturaleza más que con cualquier otra compañía. Me alivia saber que siempre estará ahí.

https://www.facebook.com/media/set/?set=a.750708971668088.1073742817.109328009139524&type=1