miércoles, 4 de mayo de 2022

Vivir es fácil con los ojos cerrados, sin tocar la cicatriz

 Este barrio que amabas en mis letras, está ,ahora,  salpicado de nueva vida. Morada. Y se me clava con la fuerza de la savia que la empuja. Inmisericorde.

Florecillas moradas, minúsculas crecen entre las piedras de los muros que jalonan el barrio. Cansado, humilde.  Como regueros de belleza que impiden que se rinda. 







Lilas, simples, fragantes, como milagros encendidos, sorprenden y acicalan las calles ajadas y saludan como banderas blancas, de pactos imposibles con la derrota.

Las veo, tan pequeñas, tan llenas de vida, tan hermosas... y se me clavan como añicos, sin ti.

Todo lo hermoso me lleva a ti, me precipita a tu vacío y emborrona cualquier intento de comprender y seguir adelante.

La naturaleza volviendo a la vida, eres tú y me persigue en su sinrazón y su violencia sin ti. Me rompe de emoción tanta esperanza hecha vida, sin ti. 

Todo lo que te recuerda a ti, me condena al sinsentido. Hace palpable tu ausencia y me ciega.

No hay espacio para esto más que todo lo que eres y todo eso, todo lo que inabarcablemente eres, me levanta la piel y me deja abortada en el camino.

Hablan de ti, de tu decencia, de tu docencia, de tu talla moral e intelectual, de tu insobornable compromiso...y sí. Sí, claro que sí. Pero a mí me faltan muchas piezas de tu rompecabezas emocional, del mapa de tu corazón, de tu recorrido vital. Y así, despiezada, descabezada me rindo ante la evidencia de que nadie más que tú podría aliviar mi duelo, mi egoista dolor. Nadie podrá arropar esta debilidad, calmar esta necesidad. Nadie podrá acariciar mis cicatrices ni curarlas. Nadie que no seas tú. Y ahora eres, por siempre, una enorme cicatriz que me recorre el espinazo y que cuando la tocan, me sacude un latigazo de nombre no inventado que desdibuja cualquier intento de respirar y creer que la vida es posible.

¿Cómo podrás acariciar lo que ya eres y yo no puedo sostener?

Te echo, indecentemente, de menos. Hueco y cicatriz. Carne viva. Pura muerte. En vida.