domingo, 14 de febrero de 2021

Celebrando

 Hoy hace un año que mi madre nació. 

Nació a una vida de dolores. Una vida rota que ha transitado con una fuerza inimaginable.

Un año ha cumplido. 

Sólo ella sabe lo que ha luchado desde el mismo momento en que un coche le partió su cuerpo por la mitad y rompió su vida a cachitos.

Sólo ella sabe la voluntad, la energía, la disciplina que ha impuesto a su gran compañero de nueva vida que es el dolor.

No ha pasado día ni hora que no haya dado la batalla. Incansablemente. Sin cejar. 

Su vida nueva era luchar contra la nueva vida que le han impuesto.

Gracias a su voluntad, a esa infatigable contienda en lo que se ha convertido su vida, ahora vive. 

Hay días en que preferiría estar muerta o eso dice.

Hay días en los que no quiere aceptar esa nueva carcasa que la confina en un mundo limitado y marchito.

Hay días en los que el año que ha cumplido le parece una traición.

Hoy mi madre cumple un año. Yo lo celebro como cada día. Cada hora, desde aquel 14 de febrero, celebro que los minutos pasen y mi madre los respire. Para mí es suficiente. Es fácil para mí.

Hace ya tres semanas que a mi madre le arrebataron su gran regalo de vida. El único que necesitaba y que no sé si alguien le podrá regresar.

Mi madre vivía con la esperanza de poder

 volver a andar sin dolores, 

volver a dar pasos de sevillana

volver a pasear durante horas.

Un médico le regaló una sentencia que en un minuto la convirtió en "una mujer desgraciada" para toda la vida. 

La despojó de la única piel que la sostenía y estamos esperando  ver si logrará protegerse otra vez con el ímpetu de respirar con esperanza.


Felicidades, mamá. De nada te servirá saber que te acompaño en el sentimiento y que me sobra impotencia para celebrar cada minuto de tu vida aunque a ti no te sostenga.


martes, 9 de febrero de 2021

El paraíso perdido

 Qué emoción encontrarme con mis abuelos, con mis padres y mis tíos tan jóvenes, con mis primos tan pequeños, conmigo tan olvidada...

Con las imágenes, los olores, los ritmos, los paisajes...

Un alud en el corazón

Una vida  vivida como en otra vida

La higuera...

Un quiebro de alegría al miedo de vivir.








Llegan estas fotos con la tristeza del paraíso perdido y la nostalgia de saber que fue, que estuvo, que ahí quedará 





domingo, 7 de febrero de 2021

Conquistando la vida

He recuperado una medida humana de mi vida

En plena debacle, mi vida es más humana

Hacía muchos años que no lo vivía así

Tantos, que lo había olvidado.

Comer en la mesa, a la hora de comer, comida caliente

Comprar el pan dando un paseo

Entrar en las tiendas del barrio, comentar con los vecinos...

Elegir y preparar qué me apetece comer hoy

Leer un ratito en mitad del día y dejarme secuestrar por un sueño tan rápido como profundo y reparador

Dar una caminata por el campo después de comer

Sentir el sol y disfrutarlo sin tener que esperarlo el fin de semana.

Acercarme andando a la biblioteca y seleccionar tranquilamente mis paraísos

Pasarme por la librería del barrio , charlas con las libreras, encargar mis libros...

Salir a correr sin prisas, disfrutar de hacerlo

Estirar en casa antes de una rica ducha con la cama esperándome

...

Menudencias cotidianas para mucha gente, seguro

Conquistas simples que mi respiración había olvidado

Las cuido al tiempo que las saboreo

Me gustaría prometerles que no las abandonaré

Y sería la única forma de no abandonarme

En los tiempos más inhumanos, mi vida es más humana

Otra lección que incorporar a piel.