viernes, 7 de octubre de 2022

Lo intento

 Respiración cuadrada. Me incorporo. Funciona esta respiración; un, dos, tres, cuatro...

Respiro. Conscientemente. La voz de Débora acaricia nuestro intento de relajar el cuerpo, la mente... Nos acompaña en ese viaje a  nosotras mismas. Nos damos unos minutos para encontrarnos con nosotras y cuidarnos. El grupo nos cuida, nos protege. Uno, dos, tres, cuatro...

Ahora, estás en una burbuja. Imagínatela como más tranquilidad y protección te dé. MI burbuja tiene una luz cálida y me mece dulcemente. Me recuesto para descansar en ella y apareces tú. Con tus brazos abiertos y tu sonrisa incondicional. Me sorprende tu presencia porque  no ha sido algo premeditado. Y sin embargo no podría ser de otro modo si tengo que verme en un espacio, cálido, seguro, de gran paz y serenidad. Sólo contigo podría existir ese espacio y ahí estás tú. Estamos los dos. Así. Simplemente. Estando. Con tus brazos de acogida y sonriendo. En paz contigo mismo. En paz con la vida. 

Soy terrible para las visualizaciones, para arrancarme de esta tierra y sus pulsos. Sin embargo, no puedo separarme de esa imagen. No nos tocamos. Simplemente estamos. No me atrevo a moverme como si cualquier pequeño cambio pudiera tener el maleficio de explotar la hermosa burbuja y hacerte desaparecer.

Estás conmigo. No necesito nada más para estar serena, protegida, en paz. Estás conmigo



Cada día paseo al sol. Es parte de mi cuidado. Paseo, respiro, tomo el sol. 

Cada día una mariposa me acompaña un trayecto. Una o dos.

Cada día me emociona encontrármela.

     Eres tú. ME digo que eres tú, aleteando a mi alrededor. Negándote a dejarme sola.

Sé que no es así. 

    Siento que por qué no. 

Que siempre hay una mariposa conmigo, 

    no importa donde pasee, en qué campo. 

Creo en lo que no tengo fe del mismo modo que vivo lo que no puedo asumir.

Quiero sentirlo así porque no entiendo la vida sin ti.

Pero lo que no soporto es tú sin la vida.

    Tú sin poder disfrutar del sol en la cara

    La brisa, el mar, la naturaleza, tus libros, tus paseos, tus ideas...sin ti.

Tú sin la vida y cae el telón.


Por eso mi mariposa. Por eso la fe sin creer.

Nada tiene sentido. Tampoco esto.

Pero la mariposa está ahí.