Siempre lo he sentido como un manto esperanzador. Humilde.Apacible. Dador de vida, de consuelo.
Esa agua que se posa suavemente sobre la tierra reseca y la humedece con cariño y serenidad.La esponja.
Esas gotitas que regalan y riegan la hierba con ternura, dulcemente.
Agua limpia. Agua mansa. Agua curativa. Bendita agua.
El rocío que recibe el día como para lavarlo y llevarse lo sucio, lo tóxico.
El rocío que tornasola el aire cuando el sol lo calienta y se esparce como un arco iris en el suelo que llena de color y alegría lo oculto.
El rocío que huele a mañana y a promesas.
El rocío que nutre la vida y la preña de razones para querer más.
Esas pequeñas gotas de alegría y aliento que se van sin despedirse porque siempre estarán ahí.
Eso deseo yo, Rocío. Que estés cerquita para sentir todo esto que he recuperado gracias a ti y que no quiero perder.
Como ese agua limpia y alegre, me has hecho escribir aquí, en el cobijo de mis emociones. Hacía un año y medio que, reseca, no paseaba por aquí y tú has mullido mi corazón hasta traerlo hasta aquí de nuevo.¿Puedes imaginar cómo agradezco a la vida que te haya puesto en mi camino?
Rocío limpia, cálida, hermosa, honesta...