Cada entrada es la recogida de un impulso.
Escribo para amarrar mis emociones y mis impulsos. Y entenderlas. Y hacerlas mías.
Nunca escribo pensado que alguien pueda leerme. Nunca.
De repente, alguien se pone en contacto conmigo para comentarme algo de lo que he escrito y me siento - siempre sorprendida- como el rey desnudo que descubre que lo está ante todos y, muy importante, ¡no le importa!
Gracias a los que me seguís y me leéis en este ejercicio algo onanista que me permite sentirme y entenderme un poquito mejor a través de estos grandes y maltratados tesoros que son las palabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por acompañarme.