sábado, 22 de abril de 2017

Un regalo

Ayer me regalaron un cuaderno precioso. Y bolis.
 Y me regalaron mucho más sin saberlo. 

Ellas me empujan a escribir. Como si fuera su necesidad y no la mía la razón de hacerlo. 

Me empujan al mundo en el que logro respirar. 
Me empujan a vivir a letras llenas.
Me empujan a realizar lo único hermoso de lo que me veo capaz. Lo único con sentido.
Me empujan a ese universo en el que mi corazón deja de doler para ser y encontrarse con su verdadero latido.
Me empujan y miman mi yo más auténtico y vulnerable.

Las palabras a veces se me atragantan. De pura angustia e impotencia. Hay muchos agujeros con los que no pueden las palabras. Se arremolinan a su alrededor y se agarrotan aterradas ante ese precipicio.

Otras veces me salvan. De mi misma, sobre todo. Y por ello, frecuentemente, son un espejo dolorosísimo. Cuánta emoción encapsulada en palabras cuando en la vida soy incapaz de demostrar cuánto siento y cuánto quiero. 

A veces las palabras me señalan como una impostora de la vida o al menos así me siento.

Mis fieles compañeras, las palabras....

Ayer dos personas me hicieron un regalo. Enorme. Me empujaron.


Gracias Boli e Inma por creer en lo único bueno que descubro en mí. Con enormes dudas de que sea realmente bueno.

Gracias Rosa y Viquilandia por empujarme también.

1 comentario:

  1. El mejor regalo es que tú los utilices para nuestro deleite lector. Mis bolígrafos fueron escogidos entre los que hay en mi casa. El bolígrafo de Celgene, porque tienen un fármaco, Abraxane, un potente quimioterápico que es más flojo que el folfirinox que me ponen, pero a otros pacientes les va estupendamente. El bolígrafo rojo de la escuela de negocios, por mi carrera que deje y podía haber terminado, y rojo, como el color que nos une en nuestra causa solidaria común, y finalmente el azul con barco, me recordaba cada día en el bolso que estuviera, que debo hacer un crucero, pero de momento no es posible. Hay otros proyectos más cercanos y voy de cabeza a por ellos y al disfrute máximo, dentro de mis posibilidades. Escribe, escribe, escribe Esther, lo necesitamos.

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Gracias por acompañarme.