jueves, 18 de abril de 2013

Momentos

Veo amanecer casi todas las mañanas. Tal vez debería decir, siento amanecer casi todas las mañanas. Porque solo voy echando vistazos a ese lienzo de luz y colores que va empapando la mañana y dando vida al mundo, como un manto mágico que cambia a cada minuto.Esa luz nueva, cálida, casi irreal, me envuelve;  y, en cada cambio de tonalidad, va reafirmando que vivir es tanto... y, también, que tan solo es eso.

Veo pequeños prodigios.Paso tiempo en el coche, de un lado a otro y cada día, dentro de él, busco.Busco en el cielo y encuentro asombros y regalos.
     Encuentro  las nubes, sus mil formas y colores. Esos cielos tormentosos, llenos de grises y luces. Los cielos primaverales con el sol que juega al escondite entre nubes blancas y luminosas y nubarrones hermosamente negros que nos obsequian con esa lluvia imprevista.
     Encuentro luces y arcoíris. Y pájaros en bandadas, espléndidamente alineados, que nos recuerdan que todo vuelve a empezar.Y casi puedo ver también el viento. 
     Encuentro montes a lo largo de la carretera. Como sobrevivientes del asfalto y del cemento, que nos permiten recordar que somos naturaleza, que a ella nos debemos y que todo está en ella. Como en esta primavera, en la que se llenan de flores amarillas, intensas y luminosas, como porciones de sol. O flores moradas -otra vez este color- que llegan a emocionarme cuando se arraciman y extienden como una alfombra preciosa que me acompaña en un tramo del camino , fascinándome como un milagro íntimo y frágil.

Veo la naturaleza
     Vivo al lado del campo. Terrenos que todavía conocí labrados y cultivados, ahora descansan y apacientan al rebaño de ovejas al que alimenta sin descanso. Y ahora, después de este invierno lluvioso, el campo está exultante. Preñado de vida que estalla en verdes intensos y macizos de flores amarillas, blancas, moradas...conjugándose con la línea azul del horizonte y enmarcando las montañas todavía nevadas. Una sinfonía de colores, olores...de vida. 
     Y también al lado de casa, veo el parque y lo disfruto. Converso con él y lo recorro durante las muchas horas que dedico a correr. El parque convierte esa afición, en un acontecimiento. Con el murmullo de las hojas de los árboles al mecerse con el viento, en verano. Con el espectáculo de ocres, marrones y amarillos que me sorprende cada día de otoño. Con las ramas reverdeciendo, cuajadas de brotes de un verde recién estrenado, y las flores abriendo sus tonos y sus fragancias a cada paso, en primavera. Con las sombras de los árboles despojados, que se tiñen de plata en su vigorosa desnudez , en invierno.

Veo dormir a mi hijo. Huelo su respiración, su infinita placidez en esas horas de tregua. Y verle así, entregado inocentemente al descanso, me devuelve al niño que hace ya un tiempo perdí. Al niño que me abrazaba y me llamaba mami, y quería jugar conmigo y me perseguía y buscaba mi risa y mi compañía. Le veo dormir y me acerco besarle, a acariciarle. Impunemente, ahora que no se puede alejar ni rechazarme. Y me pregunto si no le besé, ni lo acompañé, ni jugué con él lo suficiente y por eso ahora está tan lejos, tan diferente.

Veo a mis padres. Envejeciendo y peleando con una sonrisa.Ilusionados, felices, al lado de mi hijo.(¡Cómo me alegro de que mi hijo los esté disfrutando tanto!) Mi padre, con una sonrisa permanente a pesar de sus pesares. Mi madre incansable y pizpireta a pesar de sus muchos pesares. Vivo cada momento con ellos como oportunidades valiosas y únicas. Porque lo son, porque no me quedan muchos. Siento su cariño, su compañía como un tesoro al que intento preservar del paso del tiempo que me los arrebatará. La ternura a veces puede resultar dulce y dolorosa al mismo tiempo.

Veo a mi chico. Y veo generosidad y bondad. Y empiezo a quererme un poco más cuando pienso que alguien como él me cuida y me quiere.

Momentos.Eso es la vida, supongo. Momentos que nos descubren la maravilla de estar vivos. 



4 comentarios:

  1. Ayyyyyyyyyyyyyyyns, perlita...Esta foto...lo describe todo, muestra la totalidad de lo que has descrito, por lo menos... A veces, sabes aquello de: una imagen vale más que mil palabras? Pues eso!!!
    Besos, maternales

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    1. Hola al fin lo he conseguido después de escribirte 10 mensajes y bonitos, Victoria es Ina, es decir yo. Bueno pues lo dicho que me encanta tu blog y que está escrito de maravilla, transmites sensaciones que son difíciles de explicar pero llegan, nunca me acuerdo de la exposición a ver si voy son muy bonitos los cuadros.
      Soy tu seguidora fiel aunque no pueda verlo todos los días, para que te llegue esto he invertido unas cuantas horas, qué desastre. No sé si en un blog se pueden escribir estas tonterías que te digo puedes echarme si quieres. Ayer pasé una tarde muy agradable en vuestra compañía.

      Besos, Ina.

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    2. Jajajajajaja, lo de bonitos me ha encantado jajajaja.
      Me alegra que lo hayas conseguido. Este blog, como todo en mi vida, no sería lo mismo sin ti. Yo tampoco sé lo que se escribe en un blog, así que tú escribe todo lo que quieras sabiendo que lo puede leer cualquiera que entre, eso sí.Y echarte..jajajajaj tampoco sabría aunque quisiera. Si yo no sé na de na. Esto fue un impulso y una necesidad pero no entiendo mucho. Hasta muy pronto.

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Gracias por acompañarme.