Echo de menos tu vida.
Que pudieras disfrutar hoy de una milhoja, una tarta de chocolate.
Que sintieras el calor de ver a tu gran amor conseguir retos, ser feliz.
Que te emocionaras sonriendo al verlo tan hermoso y tan pleno.
Que pudieras sentir el sol en la cara y las pocas alegrías que te presentaba la vida.
Echo de menos tu vida
y despedirme de ti cada noche.
Poder hacerte sonreír.
Pedirte puntuación en cada comida.
Verte dormir plácido y tranquilo, en tu cama, en tu casa.
De algún modo te llevé de la mano hasta tu muerte.
No sé si podrás perdonármelo. Yo solo lo hago al pensar que evitaste dejarte la vida frente a un mayor deterioro. Otra forma de muerte más injusta.
Felicidades, Papá.
Llevo tu sonrisa encima y ya casi no pesan todos los pesares.
Ojalá fuera igual para ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por acompañarme.