Me acabo de enterar de la muerte de Galeano. A bocajarro.
Es como si algunas persona no fueran, no tuvieran que desaparecer. He sentido un sentimiento de orfandad tremendo. Como si el mundo, sin sus manos,se viniera mucho más abajo, en caída libre.
Me pasó con Sampedro y con Saramago.
Hoy he pensado algo absurdo cuando me he enterado Sabía lo de Gunter Grass y ha sido como pensar que el cupo de hoy ya había sido cubierto:" ¿A santo de qué tambien Galeano?"
Era mayor ya pero esos ojos azules no parecían envejecer así cómo su visión del mundo y su defensa de los desfavorecidos con esa palabra tan cargada de poesía y emoción.
Palabras
Nos ha dejado una persona que hacía libros con abrazos, que nos enseñaba las
venas abiertas de los desfavorecidos y las injusticias por las que habría que
poner el mundo patas arriba. La realidad se queda huérfana. La poesía también.
Esos ojos azules que parecían no envejecer ya no iluminarán la verdad
silenciada. Nos queda la luz de su palabra cargada de lucha y dolor,
denunciando, acariciando.El mundo se ha oscurecido un poquito más hoy.
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