Así me siento y sé que así me sentiré cuando llegue el momento de irme, si tengo consciencia de que ha llegado.
Me ha enternecido y consolado mucho ver que es algo que no solo me pasa a mí. Que no soy una inmadura a la que le falta un hervor; o si lo soy, que no estoy sola en este sentimiento de orfandad.
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